Escucho la melodía perfecta, leo los mejores estractos de mi vida; anoto:
Pensar que en algún momento no fuiste suficiente. Me mantuve encerrada, durmiendo, y desechando, todo de ti en mi. Desintoxicandome, vertiendo la nada que tenia para ofrecerle a un mundo entero, que esperaba en si mismo, un mundo de mi. La identidad perdida, un numero más en lo extenso e infinito, desaparecí entre los recuerdos de mis sueños, di la vuelta y acepté que en conclusión había perdido, una vez más, que cada vez importaba menos, entonces, cerré los ojos.
Desperté en tu casa con más de alguna herida sana, con el premio de un nuevo sol en la ventana; así dijiste que era mi oportunidad, y te insistí tantas veces, no lo merezco,esa realidad nunca cambiaría. Por gracia me fue dado.
Qué o quién podría siquiera intentar ser más grande que tú en la inmensidad de este universo que te pertenece aún siendo así de grande para mis ojos tu lo cubres todo, y estas sobre, debajo y en lo ancho de mi planeta; Lo que la mente no podría comprender.