En otro tiempo.

Si tu vinieras hoy yo te diría, que no he logrado nada. Que te espero y creo en tu llegada,
más temo no poder esperarte prudentemente como lo deseas, porque pienso que no quepo y
que mis ganas no alcanzan, que mis sueños son demasiado altos y continuamente se me escapan.
Qué puedo hacer con eso, si he nacido así, no soy hecha para el lugar donde crecí.
Y he tomado la responsabilidad de amarte toda la vida, eso no cuesta, difícil es compartirte, vivirte,
porque eso implica renunciar a todo lo demás, y aunque lo he hecho no dejo de pensar,
que quiero tantas cosas, pero todo acabará tan pronto, se me acaba el tiempo
y si tu vinieras hoy yo te diría, que no he logrado nada.
Nada para ti, nada para mí, es un juego a cero que me hace sentir vacía, como siempre,
siempre necesito algo más, algo que no tengo, algo que precisamente no puedo alcanzar,
y se me hace que nunca es suficiente, y que entonces para qué sigo, si al final se me acaban
las oportunidades recién empezando.
No vale la pena así.
Y nuevamente todo está en mis manos, como si supiera decidir, como si tuviera la convicción
de que he hecho lo correcto, como si fuera cierto que me miras y sonríes,
porque soy lo que quieres; vamos, no es verdad.

Pero sigues siendo la razón,
mi verdad y mi sendero,
y hablando enserio,
si tu vinieras hoy yo te diría,
que no he logrado nada.

Que no quepo y que mis ganas no alcanzan,
que mis sueños son demasiado altos y se escapan;
que no pertenezco, aquí ni ahora.