Mi corazón se quebró un poco. Me sigue impresionando como todo cambia en un instante, todo lo que parece fuerte se vuelve tan frágil y sustancial. Escucho a la gente hablar, escucho a la gente llorar y solo pienso que todo eso parece tan lejano a mí; pero sucede que he aprendido a amar el País donde nací, donde vivo, donde me he criado, lo he llegado a amar tanto que decidí estudiar Administración Pública y Cs. Políticas para poder algún día llegar a ser una autoridad pública, solo por ansias de contribuir. Quizás por eso justo ahora estoy sintiendo un dolor profundo, mi garganta no solo guarda silencio, sino también un poco de lágrimas, porque me entristece y al mismo tiempo admira, el caos y la falta de una administración correcta. Estaba despierta, eran las 3:30 am. me estaba dando vueltas en la cama, porque las vacaciones producen ese efecto que duermes de día y vives de noche, entonces no podía conciliar el sueño, sentí el ruido típico que da la introducción a un remesón de piso, pesé que pasaría, no pasó; prendí la luz, grité Mamá! Papá!, un segundo después estaba en la puerta principal de la casa viendo cómo TODO se movía de un lado a otro, la camioneta de mi papá se mesía en el patio delantero, el cielo se prendía, de lejos escuchaba gente gritar, sentía a la gente correr, se caían las cosas, se quebraban, y te sientes indefenso, mínimo. No nos pasó nada, ni si quiera un corte, la casa intacta, salvo por aquellos objetos suicidas. Luego de unas horas, volví a la cama, me recosté y comencé a ESCUCHAR el silencio, los ruidos subterráneos, los pequeños deslizamientos, y comencé a llorar, provino la primera evidencia de mi debilidad, CRISIS DE PÁNICO, se me durmieron las piernas, no me salía la voz, solo lloraba prolongada y fríamente, sin ruido.
lunes, marzo 01, 2010
27/02/2010
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