lunes, octubre 25, 2010

Abracé mi almohada; te extraño tanto.

Tantas cosas que quiero hacer y no coincido con qué será mejor ahora, un consejero vocacional, un psicólogo, o ésta que es mi propia verdad: no me conformo. Esa lucha que tengo adentro me incomoda, son sueños los desafíos a la lógica, que es imposible porque los números no alcanzan y tampoco el cariño. Mi vida no resulta cuando se trata de lo que espero, cuando no estoy segura si precisamente lo que quiero es lo mejor pero me calmo, me calmo para seguir, por creer que mañana se me pasará y que todo lo que hoy he ensayado, simplemente no saldrá a escena, porque es recomendable, no prevenirse y no equivocarse.




Esto quizás es corriente de mi conciencia,
la misma que me dice que quiero que seas tú
el que me mire, aunque sea a veces,
cuando estés aburrido.

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